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JESUS ME HA REGALO LA VIDA, AMOR, ESPERANZA, SU GRACIA Y JUSTICIA, POR ESO HE CONSTRUIDO ESTA PAGINA, PARA DARLE GLORIA Y HONRA POR SER TAN MARAVILLOSO,Y REGALARNOS LA VIDA ETERNA.CRISTO VIENE PRONTO Y IREMOS A MORAR CON EL, PARA SIEMPRE. QUE ESTE BLOG SEA DE GRAN AYUDA ESPIRITUAL . QUE CADA TEMA, VIDEO, MUSICA, PAGINAS, LES PUEDA AYUDAR PARA CRECER Y AYUDAR A OTROS A VENIDR A LOS PIES DE JESUS. ES HORA DE NO CALLAR Y USAR ESTOS MEDIOS PARA DIFUNDIR EL MENSAJE DE CRISTO.

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LA SABIDURIA VIENE DE DIOS

lunes, 21 de febrero de 2011

HOY...NO QUIERO IR CAMINO A EMMAUS



“Aquel mismo día, dos de los discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaús, a unos once kilómetros de Jerusalén” Lucas 24:13



Los dos discípulos que caminaban arrastraban sus sandalias en el polvo, la tristeza se dibujaba en sus rostros mientras se preguntaban:


Qué clase de Dios es ese, que nos ha dejado acá solos sin esperanza. Y estaban tan absortos en sus tristes pensamientos que no se daban cuenta de aquel que caminaba cerca de ellos. Pero, hoy no les puedo culpar a ellos , porque muchas veces yo también he caminado rumbo a Emaús con mis pies arrastrándose y mi mirada perdiéndose en el vacío y en mi estado no me he percatado de la presencia del Señor a mi lado.


En ese camino me he encontrado carente de fe y carente de visión. Los discípulos de Emaús esperaban un reino de terrenal y perdieron de vista el reino espiritual. Yo no quiero hoy ir rumbo a Emaús en busca de un reino terrenal, porque podría perder de vista el reino espiritual.


Soy yo diferente a los viajeros cargados y tristes de Emaús? No, muchas veces me en enrollado en el lodo de la lástima estando aún en la sombra misma de la cruz. El problema es que dejo de soñar y de mirar los secretos escondidos en cada detalle de Dios y circunstancia de la vida.


Hoy necesito aprender a esperar en las promesas de Dios. La esperanza no es un deseo otorgado o un favor que me llega, es mucho más que eso. La esperanza es una dependencia total de Dios quien aveces nos sorprende fuera de nuestros calcetines para ver nuestra reacción.


El Señor pacientemente hablo con ellos y no se les revelo sino hasta cuando llegaran a casa y allí sentado con ellos en la mesa, tomó el pan y cuando lo partió sus ojos se abrieron.


Si, muchas veces cuando voy camino a Emaús , el Señor camina a mi lado y no se me revela sino hasta cuando llego a mi destino. Por eso es que hoy no quiero ir camino a Emaús, porque Emaús era sitio de pocas esperanzas y cero visión.


Hoy quiero quedarme a los pies del Maestro y aprender a confiar y a esperar quietamente ante su amor. Su amor todo lo llena y todo lo transforma. Este es el día para ver brillar el sol por encima de mis dudas y de mis temores y entonces levantar mi mirada al infinito mientras digo: Gracias Señor por que eres todo para mi.


Señor. Gracias por tomar mi vida y enseñarme tus verdades. Gracias por que camino a Emaús me trae dudas y desesperanzas, pero el camino a ti, me arrojas luz y gozo. Mi vida en tus manos está muy segura.


Señor clarifica mi visión para poder ver más allá de lo que mis ojos naturales ven. Quiero ver tu propósito en mi vida y aún cuando no vea ese propósito quiero caminar por fe tomado de la mano contigo. Tu presencia me llena de luz y de esperanza. Amén.

Es la hora

HOY....HARE EL PAPEL DE SACERDONTE



Y vosotros seréis llamados sacerdotes del Señor. Isaías 61:6.Esta promesa, hecha de un modo directo a Israel, espiritualmente pertenece a su posteridad según el Espíritu, o sea, a todos los creyentes.
Si hacemos uso de nuestros privilegios, nuestra vida estará consagrada a Dios de una manera tan evidente, que todos los hombres reconocerán que hemos sido apartados para el servicio del Señor, y nos llamarán sacerdotes del Señor.
Podemos trabajar o negociar, como lo hacen los demás, sin dejar de ser por eso siervos y ministros del Señor.
Nuestra única ocupación será presentar al Dios vivo por Jesucristo el sacrificio perpetuo de nuestra oración, alabanza, testimonio y entera consagración.
Siendo éste nuestro único propósito, dejemos aquellas ocupaciones ordinarias de la vida, que perturban, en manos de aquellos que no tienen una más elevada ocupación.
«Deja a los muertos que entierren a los muertos».
Escrito está: «Y estarán extranjeros y apacentarán vuestras ovejas, y los extraños serán vuestros labradores y vuestros viñadores».
Pueden dirigir la política, resolver los problemas financieros, discutir de ciencia, e interesarse por las más recientes investigaciones de la crítica, empero nosotros dedicaremos nuestro trabajo a un ministerio que conviene a quienes, como el Señor Jesús, se han consagrado a un sacerdocio perpetuo.
Aceptemos esta promesa que entraña un deber sagrado, y revistámonos del vestido de santidad sirviendo todo el día en la presencia del Señor.
Hoy quiero cumplir me papel de sacerdote sin ser religioso. Siendo instrumento en las manos de Dios.
Señor, Gracias por darme su paz y tu unción. Gracias por darme la oportunidad de servirte desde mi posición de trabajo como un sacerdote tuyo. Amén.
Charles Spurgeon.

sábado, 19 de febrero de 2011


EL SENOR ES MI FORTALEZA


Tú, Señor, eres mi fuerza; yo te amo. Tú eres mi protector, mi lugar de refugio, mi libertador, mi Dios, la roca que me protege, mi escudo, el poder que me salva, mi más alto escondite. Tú, Señor eres digno de alabanza, cuando te llamo me salvas de mi enemigos. La muerte me enredó en sus lazos; sentí miedo ante el torrente destructor. La muerte me envolvió en sus lazos; me encontré en trampas mortales. En mi angustia llamé al Señor, pedí ayuda a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; mis gritos llegaron a sus oídos.



El Señor, el Altísimo, hizo oír su voz de trueno desde el cielo; granizos y carbones encendidos. Lanzó sus rayos como flechas y a mis enemigos hizo huir en desorden. El fondo del mar quedó al descubierto; las bases del mundo quedaron a ala vista por la voz amenazante del Señor, por el fuerte soplo que lanzó. Dios me tendió la mano desde lo alto y con su mano me saco del mar inmenso. Me salvó de enemigos poderosos que me odiaban y eran más fuertes que yo. Me atacaron cuando yo estaba en desgracia, pero el Señor me dio su apoyo: me sacó a la libertad; me salvo porque me amaba.


El Señor me ha dado la recompensa que merecía mi limpia conducta, pues yo he seguido el camino del Señor. Jamas he negado de mi Dios. Yo tengo presente todos sus decretos, jamás he rechazado sus leyes. Me he conducido ante él sin tacha alguna; me he alejado de la maldad. El Señor me ha recompensado por mi impía conducta en su presencia. Tú, Señor eres fiel con el que es fiel, irreprochable con el que es irreprochable, sincero con el que es sincero, pero sagaz con el que es astuto. Tu salvas a los humildes, pero humillas a los orgullosos. Tú, Señor me das luz; ti, Dios mío, alumbras mi oscuridad. Con tu ayuda atacare al enemigo y sobre el muro de sus ciudades pasaré.


El camino de Dios perfecto; la promesa del Señor es digna de confianza; Dios protege a todos cuantos en él confían. Quien es Dios, fuera del Señor? Qué otro dios hay que pueda protegernos? Dios es quien me da fuerzas, quien hace intachable mi conducta, quien me da pies ligeros como de cierva, quien me hace estar firme en las alturas, quien me entrena para la batalla, quien me da fuerza para tensar arcos de bronce.


Salmo 18.